Un relato corto
En Irlanda, cuando hay una crisis, la gente enciende velas. Atraídos como polillas hacia el prometido humo santiagueño, a la sombra de Fernando e Isabel, volamos a Compostela para confiarle al santo nuestros duelos y algún que otro problema que resonaba en nosotros como las monedas en el limosnero, repleto de ofrendas de lugareños y de aquellos que se deshacían del peso de los sueltos.
Tras nuestra luminiscencia cerosa, nos encontramos con un harapiento peregrino alemán que nos pidió un euro, y se lo dimos. Me lo agradeció exclamando: «¡Oye, tío, te tiene que dar el sol, pareces un fantasma!».
Le hubiera pedido que me devolviera el donativo, pero el karma había intercedido en este católico episodio, pensé, castigándonos por no caminar.

Categories: Poetry/Short Fiction